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¿Qué es ansiedad?

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En psiquiatría ansiedad se define como un estado emocional desagradable en las que hay sensación subjetiva de un peligro, malestar, tensión o aprensión, acompañado de una descarga neurovegetativa y cuya causa no está claramente reconocida para la persona. En el miedo existe similar respuesta fisiológica que la ansiedad, pero se diferencia en que hay una causa, un peligro real, conciente, externo, que esta presente o que amenaza con materializarse (Kaplan).

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Ansiedad como sentimiento es una sensación normal de tensión provocado por estímulos internos como recuerdos, pensamientos, fantasías o problemas. La ansiedad como enfermedad es cuando el cuadro clínico ansioso está claramente definido, tiene su propia etiopatogenia, evolución, pronóstico y tratamiento. Es por lo tanto un trastorno primario (ej. trastorno por pánico, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por fobia social, etc.).

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Síntomas

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Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de ellos son los siguientes:

  • Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos

  • Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados posibles

  • Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no lo son

  • Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre

  • Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada

  • Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación

  • Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite

  • Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se «pone en blanco»

 

Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:

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  • Fatiga

  • Trastornos del sueño

  • Tensión muscular o dolores musculares

  • Temblor, agitación

  • Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos

  • Sudoración

  • Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable

  • Irritabilidad

 

Factores de Riesgo

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Los siguientes factores podrían aumentar el riesgo de padecer un trastorno de ansiedad generalizada:

  • Personalidad. Una persona que es tímida o que tiene un temperamento negativo o que evita cualquier situación peligrosa puede ser más propensa a padecer un trastorno de ansiedad generalizada que otras.

  • Genética. El trastorno de ansiedad generalizada puede ser hereditario.

  • Experiencias. Es posible que las personas con trastorno de ansiedad generalizada tengan antecedentes significativos de cambios de vida, experiencias negativas o traumáticas durante la infancia, o un suceso negativo o traumático reciente. Las enfermedades crónicas u otros trastornos de salud mental podrían aumentar el riesgo.

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TIPOS DE ANSIEDAD

Ansiedad generalizada

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Las personas que sufren en trastorno de ansiedad generalizada (TAD), sin embargo, sienten ansiedad y preocupación la mayoría del tiempo, no solo en situaciones potencialmente estresantes. Estas preocupaciones son intensas, irracionales, persistentes (al menos la mitad de los días durante al menos 6 meses) e interfieren con el funcionamiento normal en su vida diaria (actividades tales como el trabajo, la escuela, los amigos y la familia), pues son difíciles de controlar.

 

Trastorno de pánico

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Las personas con trastorno de pánico experimentan sensaciones de muerte o la posibilidad de quedarse sin aire, que puede causar tanto problemas psicológicos como físicos. De hecho, la sensación puede ser tan intensa que requiera hospitalización.

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En resumen, el ataque de pánico se caracteriza por:

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  • La presencia de ataques de pánico recurrentes e inesperados

  • Preocupación después de haber tenido un ataque de pánico de que va a ocurrir otro, al menos durante un mes.

  • Preocupación por las implicaciones o consecuencias de un ataque de pánico (como pensar que el ataque de pánico es un signo de un problema médico no diagnosticado). Por ejemplo, algunas personas han repetido pruebas médicas debido a estas preocupaciones y, a pesar de los resultados negativos de las pruebas, todavía tienen temores de malestar.

  • Cambios significativos en el comportamiento que se relacionan con los ataques de pánico (como evitar actividades como el ejercicio físico, ya que aumenta la frecuencia cardíaca).

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Trastorno obsesivo compulsivo

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Los pensamientos ansiosos pueden influenciar nuestro comportamiento, lo que puede ser positivo algunas veces. Por ejemplo, pensar que te puedes haber dejado el horno encendido puede hacer que vayas a comprobarlo. Sin embargo, si este tipo de pensamientos son recurrentes puede llevar a un individuo a realizar comportamientos poco saludables.

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El trastorno obsesivo compulsivo (TOD) se caracteriza porque el individuo que lo sufre tiene pensamientos, ideas o imágenes intrusivas. Éstos causan ansiedad (obsesiones), y provocan que la persona realice ciertos rituales o acciones (compulsiones) para reducir el malestar.

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Trastorno estrés postraumático

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Esta condición ocurre cuando la persona ha vivido una situación traumática que le ha provocado un gran estrés psicológico, lo que puede ser incapacitante. Cuando la persona revive el hecho que le ha causado el trauma puede experimentar los siguientes síntomas: pesadillas, sentimientos de ira, irritabilidad o fatiga emocional, desapego hacia los demás, entre otros.

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Debido a la gran ansiedad que siente el individuo. Éste puede intentar evitar   las situaciones o actividades que le recuerden al evento que provocó el trauma. Los eventos traumáticos pueden ser, por ejemplo. Un accidente serio de tráfico, abuso sexual, tortura durante la guerra.

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Fobia social

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La fobia social se caracteriza por un miedo irracional hacia situaciones de interacción social. Por ejemplo, los individuos que sufren este tipo de trastorno de ansiedad sienten una ansiedad incapacitante cuando tienen que hablar en público, porque tienen miedo a ser juzgados, criticados, humillados y piensan que los demás se van a reir de ellos delante de los demás. La fobia social es un trastorno serio, y algunos individuos pueden incluso sufrirla al hablar por teléfono o comer frente a otras personas. A pesar de que estas personas saben que no debería sentirse tan mal ante las situaciones desencadenantes, no pueden controlar su miedo y su ansiedad, por lo que a menudo evitan este tipo de situaciones. Es frecuente confundir la fobia social con la timidez, pero no todas las personas tímidas sufren fobia social.

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Agorafobia

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La agorafobia suele asociarse al miedo irracional por estar en espacios abiertos como grandes calles o parques. En realidad, el agorafóbico siente una fuerte angustia producida por situaciones en las que se siente desprotegido y vulnerable ante las crisis de ansiedad que escapan a su control. Por tanto, el miedo no es producido por estos espacios de por sí, sino por las consecuencias de encontrarse esxpuesto a ese lugar, en el que se sienta indefenso. Esto hace que en los casos más graves el paciente pueda recluirse en su casa como forma de evitación.

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Fobia especifica.

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Una fobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un fuerte miedo irracional a un estímulo, por ejemplo, una situación, un objeto, un lugar o un insecto. La persona que sufre un trastorno fóbico hace todo lo posible por evitar ese estímulo que le provoca ansiedad, y esta conducta evitativas puede llegar a interferir en el funcionamiento normal de su vida diaria. Las fobias específicas son muchas, algunas de ellas muy extrañas. Algunas fobias son conocidas y otras no tanto, como la coulrofobia o miedo a los payasos, la filofobia o miedo a enamorarse, la amaxofobia o miedo a conducir.

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Estrategias para manejar la ansiedad

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  • Técnicas de relajación Una forma sencilla de relajarse es a través de la respiración. Enséñele a inspirar lentamente por la nariz, contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5. La inspiración debe provocar que el abdomen se infle como un globo. Luego se expira el aire lentamente por la boca contando mentalmente 1, 2, 3, 4, 5.

  • Pide ayuda enseguida. La ansiedad, al igual que muchos otros trastornos mentales, puede ser más difícil de tratar si no buscas ayuda de inmediato.

  • Lleva un diario personal. Llevar un registro de tu vida personal puede ayudarlos a ti y a tu proveedor de atención médica mental a identificar cuál es la causa del estrés y qué parece ayudarte a sentirte mejor.

  • Establece prioridades en tu vida. Puedes disminuir la ansiedad si administras bien tu tiempo y tu energía.

  • Evita el consumo de sustancias no saludables. El consumo de alcohol y drogas, e incluso de nicotina o cafeína, puede provocar ansiedad o empeorarla. Si tienes una adicción a estas sustancias, dejarlas puede provocarte ansiedad. Si no puedes dejarlas solo, consulta con tu médico o busca un programa de tratamiento o un grupo de ayuda que te sirva.

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Recuperado de: https://psicologiaymente.com/clinica/tipos-de-ansiedad

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